lunes, 30 de mayo de 2022

LA ESPAÑA HERIDA

         La reciente publicación del libro de Jordi Sevilla “La España herida. Las 6 brechas sociales y cómo corregirlas”, supone una aportación muy necesaria para elevar la calidad y el nivel del debate público en torno a los problemas que afectan a la mayoría de la ciudadanía. Una lectura necesaria en tiempos de polarización política, que se alimenta de los conflictos sociales para tensionar las costuras de la convivencia y poner en peligro nuestra democracia. Las causas del malestar del que se alimentan los populismos iliberales aparecen identificadas en este libro, en un ejercicio analítico fundamentado en estudios, informes y datos rigurosos, que persigue la descripción de los problemas con el propósito constructivo de apuntar iniciativas y soluciones viables.



        Supone por tanto, un ejercicio de conocimiento útil para sentar las bases de un debate racional para el diseño de políticas públicas, encaminadas a resolver problemas reales de nuestra sociedad, nuestra economía y nuestro sistema político. Estamos ante un cambio de ciclo impulsado por tres vectores: la ruptura de la cohesión social a consecuencia del avance de la desigualdad; una globalización excesiva, rápida, sin gobernanza ni contrapesos; las disrupciones provocadas por el cambio climático, los algoritmos y la computación. La consecuencia de estos fenómenos se traducen en el fraccionamiento de nuestras sociedades, la reducción de la utilidad de las políticas en el ámbito nacional y la aceleración de los cambios que provocan una sensación de vértigo e incertidumbre.

        El autor identifica 6 brechas de esta España herida y polarizada:

  1. Ricos / Pobres.

  2. Mujeres / Hombres.

  3. Jóvenes / Mayores.

  4. Rural / Urbano.

  5. Turbocapitalismo / Retrocapitalismo.

  6. Analógico / Digital.

        El incremento progresivo de la desigualdad entre ricos y pobres se ha convertido en un fenómeno estructural, que requiere de políticas públicas de redistribución puesto que el crecimiento económico no se traslada a los trabajadores, apareciendo el fenómeno social de personas atrapadas en la trampa de la pobreza con empleos precarios y de bajos salarios. Por otra parte, el ascensor social se muestra averiado desde hace tiempo, generando una enorme desconfianza entre los más vulnerables sobre las posibilidades de logra la movilidad social ascendente sobre la base del esfuerzo y el mérito.

     La brecha de género existe y se manifiesta en una mayor precariedad del trabajo femenino, una terciarización considerable de los trabajos desempeñados por mujeres, así como la mayor participación de éstas en labores no remuneradas, fundamentalmente en la economía de los cuidados.

        Los jóvenes son uno de los colectivos más castigados por las sucesivas crisis, lo que disminuye considerablemente sus expectativas de futuro. La inseguridad laboral de este colectivo, sumada a las dificultades para la emancipación residencial agudizada por el incremento progresivo del precio de la vivienda, tanto en propiedad como en alquiler, hacen muy difícil e incluso imposibilitan plantearse un proyecto familiar para la mayor parte de la juventud.

    Los entornos rurales sufren un mayor envejecimiento de la población, así como la masculinización del territorio. La despoblación de las áreas rurales, la menor cuantía de las rentas de la población y la infradotación de servicios públicos en relación a los espacios urbanos, dificultan el desarrollo de la España vaciada.

       En nuestra estructura económica conviven el turbocapitalismo, con compañías altamente digitalizadas, con gran presencia en los mercados internacionales y capacidad permanente de innovación, con el retrocapitalismo representado por pequeñas y medianas empresas, con menor intensidad tecnológica e innovadora, necesidad de protección frente al mundo exterior y menor aportación de valor añadido en la producción de bienes y servicios.

     La última de las brechas descritas es la que separa lo analógico de lo digital, siendo un desafío mejorar las competencias TIC de trabajadores y población en general, en un mundo en continua revolución tecnológica que exige de una capacitación permanente sostenida en el tiempo.

      En cada uno de los capítulos, Jordi Sevilla plantea posibles soluciones para dar respuesta a cada una de las brechas, haciendo un ejercicio propositivo encomiable y siempre con el afán de promover un debate racional en torno a los problemas que social, económica y políticamente debemos afrontar irremediablemente como país. Una lectura muy recomendable, para acometer sin prejuicios y con actitud crítica para un diálogo constructivo en torno al futuro de España.

miércoles, 25 de mayo de 2022

LA HORA DE LA VERDAD


        La semana pasada Aimar Bretos entrevistaba al politólogo Moisés Naím, sobre el auge de los discursos autoritarios que amenazan nuestras democracias y que se articulan en torno a lo que él denomina “las tres pes”, populismo, polarización y postverdad. El populismo se alimenta del sufrimiento de los perdedores de las crisis, ofreciéndoles soluciones simplonas propias de magos de la tribu a problemas complejos que requieren políticas muy bien elaboradas para poder resolverlos. La polarización busca la aniquilación del adversario, estableciendo una línea divisoria entre buenos y malos patriotas, de modo que o estás conmigo o estás contra mí, triturando el respeto al pluralismo político como base de la convivencia. La postverdad se encarga del uso sistemático de la mentira como instrumento de comunicación política, inyectando falsas noticias cargadas de prejuicios señalando a los culpables de las desgracias del pueblo, envenenando el espacio público que compartimos.

    Ante este diagnóstico, se imponen medidas inmediatas y expeditivas para contener el contagio del virus político iliberal que surge desde los extremos del tablero político, en sus variadas versiones tanto a derecha como a izquierda. Son necesarios lo que se han venido a denominar “cordones sanitarios”, para impedir que los partidos antisistema accedan al poder y gobiernen contra la democracia desde las instituciones democráticas. Pero identificado el mal que aqueja al cuerpo político y establecida la terapia de choque para contener su extensión, se precisa de una terapia adecuada que sane el maltrecho estado en que se encuentra. Es necesario un liderazgo que sepa “hacerse cargo del estado de ánimo de la gente”, como diría Felipe González, para articular un programa político integrador y que aporte un horizonte de esperanza veraz a base de reformas útiles para mejorar la vida de la ciudadanía.





    Se equivocaría Emmanuel Macron si pensara que con el resultado de las presidenciales francesas todo ha quedado resuelto. Negar que existen profundas causas de descontento y frustración de las que se alimentan los populismos iliberales es negar la realidad, siendo imposible una acción eficaz y eficiente a espaldas de lo que ocurre en el día a día de asalariados, autónomos y jóvenes, los colectivos más golpeados por las crisis financiera y pospandémica con las que hemos comenzado el siglo XXI. Las propuestas de la ultraderecha nacionalpopulista plantean una vuelta a un pasado idealizado donde supuestamente fuimos felices y vivíamos seguros, que ya no existe porque el mundo ha cambiado con la irrupción de las nuevas tecnologías y la ultraconectividad a nivel planetario de la economía mundial. Ante esto solamente cabe hablar a la gente con la verdad por delante, aunque resulte dura por ineludible, explicándoles que la política no puede resolver todos los problemas, de todas las personas y al mismo tiempo.


    Quienes prometen por encima de sus posibilidades de gestionar la realidad, los que aseguran que no dejaremos a nadie atrás, que saldremos mejores y que el escudo social nos protegerá a todos de todo mal, son fabricantes de la frustración de la que se alimenta el monstruo irracional antisistema. Se trata de hacer propuestas sobre bases racionales y saber explicarlas, desmontar con razones las mentiras de los falsos profetas de las soluciones mágicas, y convencer a la ciudadanía de que es posible hacerlo, de que tenemos un plan viable, de que el camino será duro pero pondremos todo el esfuerzo en salir repartiendo con equidad los sufrimientos. En todas las crisis hay pérdidas, la cuestión es distribuirlas de modo que todos perdamos algo para ganar juntos un futuro mejor.


     En su libro “Otra política es posible” Ignacio Urquizu reflexiona sobre los dos tipos de liderazgo que puede elegir un dirigente político, “se enfrenta a un dilema: o bien «escuchar» a la mayoría —o el discurso que dicen que mantiene la mayoría social— y hacer suyo lo que piden; o bien defender un proyecto político y convencer a una mayoría para que confíe en él”. Liderar a la sociedad no consiste en dar la razón a los relatos que predominan, sino contraponer un modelo de sociedad y seducir a una mayoría, con propuestas concretas sobre las que sea posible discutir, intercambiar argumentos a favor y en contra, sentar las bases de la discusión pública sobre razones en lugar de emociones. Porque la racionalidad del debate político es la que permite alcanzar acuerdos, encontrar puntos en común y avanzar en la senda de mejora de las condiciones reales de la vida de las personas.


      El nuevo presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, ha presentado un “Plan de medidas urgentes y extraordinarias en defensa de las familias y la economía de España”, un documento serio y riguroso, respaldado por un análisis económico serio, con el que se puede discrepar en algunas cuestiones desde una perspectiva socialdemócrata de izquierdas, pero al que no se puede negar su utilidad para sentar las bases de un sano debate racional sobre políticas públicas. La respuesta desde el gobierno debe ser exponer su propuesta de país y su plan de futuro, para sobre esas bases iniciar una conversación constructiva que sirva al bien común. Por el momento, el cambio de estilo en el nuevo líder de la derecha moderada es esperanzador. Por sus hechos y sus alianzas en el futuro lo juzgaremos.

Publicado en Confidencial Andaluz el 28 de abril de 2022.