El pasado 26 de mayo tuvo lugar en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga un Seminario Internacional en torno al fenómeno del Antropoceno organizado por el Área de Ciencia Política. Bajo el título 'Planeta Antropoceno' reunió a un panel multidisciplinar de expertos para reflexionar desde la ciencia, la filosofía y la política en torno a esta era en la que la capacidad del ser humano para manipular los procesos naturales es inmensa. Este proyecto de investigación aborda la sostenibilidad y la democracia en el contexto planetario, y está dirigido como investigadores principales por los catedráticos de Ciencia Política de la Universidad de Málaga Dr. Manuel Arias Maldonado y Dr. Ángel Valencia Sáiz.
El profesor Enrique Salvo Tierra, Director de la Cátedra de Cambio Climático de la Universidad de Málaga, realizó un recorrido por la historia de la humanidad y la relación del ser humano con el medio ambiente. El hombre siempre ha intentado dominar la naturaleza para satisfacer sus necesidades, el problema actual del cambio climático es la potencia y la aceleración que la acción de origen humano imprimen este proceso. La problemática de la concentración masiva de la población en las áreas geográficas del litoral, con el riesgo que supone la amenaza de subida del nivel del mar, y las islas de calor en las grandes urbes, provocadas por el modo de desarrollar las ciudades, son algunas de las cuestiones que tendremos que afrontar en las próximas décadas. El cambio climático es un proceso de origen claramente antropogénico por el cual la especie más amenazada del planeta es el ser humano y el ecosistema más vulnerable es el urbano. Para afrontarlo es necesario desarrollar estrategias adaptativas, puesto que algunos de sus efectos son difícilmente reversibles.
José Manuel de Cózar Escalante, profesor de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de La Laguna, abordó la temática de los 'Misántropos del Antropoceno'. Todos los efectos de la acción del ser humano en cualquier parte del mundo tienen efectos en el medio ambiente de otro lugar del planeta. Formamos parte de un sistema planetario en el que todos estamos interrelacionados. Pero cabe la tentación de preguntarse, ¿quiénes son los responsables? Toda la humanidad, dirían los misántropos del Antropoceno, puesto que sus consecuencias son provocadas por comportamientos que se pueden atribuir al conjunto de los habitantes de la tierra. Entre los misántropos nos encontramos a los extincionistas, que consideran que el ser humano es una plaga y que su desaparición sería beneficiosa para la conservación natural, y a los transhumanistas, que sostienen que solamente una mejora tecnológica de la especie humana podrá salvar a nuestro planeta. Ambas posiciones plantean serias cuestiones éticas y son una suerte de teología secular, remedios contra el desencantamiento del mundo como decía Max Weber. Frente a esto, se plantea la propuesta de la filosofía de Bruno Latour para "descubrir en común qué territorio es habitable y con quién compartirlo". Una visión esperanzadora basada en la capacidad del ser humano para encontrar respuestas desde la deliberación cooperativa.
El profesor Joao Ribeiro de la Universidad del Minho, donde se ubica el Institute for Anthropocene Studies, abordó la cuestión de la condición humana y el Antropoceno en la liminalidad. Estamos inmersos en un estado de transición y cambio profundo como humanidad en el planeta que habitamos, debido a las actividades humanas y los impactos ambientales que provocan. Todo ello produce una sensación de incertidumbre, de transformación y desconcierto en esta frontera existencial en la que nos encontramos actualmente. El ser humano a lo largo de la historia ha construido una realidad artificial separada de la naturaleza, ante la que la filosofía tiene que aportar su capacidad para encontrar respuestas razonadas y aportar orden ante los nuevos paradigmas. Se ha desmoronado la idea de la modernidad del dominio y control de la naturaleza por el ser humano. Vivimos una edad global, una era planetaria que requiere una gobernanza del monstruo del Antropoceno para evitar la catástrofe. La interdependencia entre la condición humana y la naturaleza es de mutualidad, lo que requiere una relación ética respetuosa con su equilibrio para poder sobrevivir como especie en el planeta tierra.
Finalmente la profesora Sophia Hatzisavvidou, de la Universidad de Bath, abordó la cuestión de las 'Políticas de Cambio Climático'. El cambio climático es un problema político puesto que versa sobre bienes comunes globales y es causa de desacuerdo. Acostumbramos a tratar esta cuestión como una problemática de la ciencia cuando es un problema de la política. El cambio medioambiental que se está produciendo globalmente en todo el planeta es abrupto y en muchos de sus parámetros irreversible. La Conferencia de las Partes, como órganos supremo de toma de decisiones de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, plantea problemas de gobernanza porque las soluciones que se ponen sobre la mesa no siempre se implementan en la realidad. Hay planteamientos en ocasiones poco realistas, puesto que no se dispone de recursos suficientes para poner en marcha las tecnologías necesarias para afrontar el cambio climático, y se proponen tecnologías de descarbonización que consumen muchísima energía para funcionar. La magnitud del problema exige abordar el conjunto de políticas climáticas desde todos sus impactos, social, económico, sanitario, con un enfoque de justicia en las respuestas que se diseñen. Necesitamos una gobernanza política que tenga en cuenta la ciencia y la tecnología.