miércoles, 27 de julio de 2022

REPENSAR LA POBREZA

¿Sabemos cómo piensan, qué les preocupa, cómo toman sus decisiones las personas que se encuentran en situación de pobreza? En su libro “Repensar la pobreza. Un giro radical en la lucha contra la desigualdad global”, los economistas del MIT y ganadores del Premio Nobel de Economía en 2019 Abhijit V. Barnejee y Esther Duflo, se plantean esta cuestión desde el rigor científico de la observación y el análisis de la realidad a través del mundo. El propósito del libro a través de esta experiencia y las evidencias acumuladas, es hablar de soluciones factibles en la lucha contra la pobreza para poder progresar sobre bases firmes.


        Las causas de que muchas políticas públicas se formulen erróneamente se encuentran en lo que denominan las tres “íes”: ideología, cuando se proponen soluciones dogmáticas sin tener en cuenta la realidad; ignorancia, cuando se actúa desde el desconocimiento de los hechos que rodean el día a día de las personas a las que dirigimos la acción; y la inercia, cuando se producen resistencias a cualquier cambio a pesar de los pobres resultados y se escucha la lapidaria frase de “es que esto siempre se ha hecho así”. Se trata en definitiva de hacer una política social que funcione.

De su estudio de la realidad de la pobreza extraen cinco lecciones prácticas:

1. Los pobres muchas veces carecen de información fundamental y creen en cosas que no son ciertas, por eso y no porque sean menos inteligentes, a menudo acaban tomando la decisión equivocada. Como propuesta, plantean mejorar la cantidad y la calidad de las campañas de información, con mensajes que se ganen su confianza basados en la credibilidad.

2. Sobre los pobres recae la responsabilidad de demasiados aspectos de su vida, mientras que en las sociedades más desarrolladas económicamente muchas decisiones están tomadas institucionalmente por nosotros.

3. Hay buenas razones para creer que faltan mercados para los pobres o que, en algunos de ellos, sen enfrentan a precios muy desfavorables. Hay un amplio margen de la acción de los gobiernos para actuar en este terreno, apoyando al mercado para que ofrezca las condiciones necesarias o, si no funciona, para que considerara la provisión de los servicios por su cuenta.

4. Los países no están condenados al fracaso porque sean pobres ni porque hayan tenido una historia desafortunada, sino porque se han producido algunos fallos evitables en el diseño detallado de las políticas y con las ubicuas tres “íes”: ideología, ignorancia e inercia. La parte positiva y esperanzadora es que cabe la posibilidad de mejorar la gobernanza y las políticas, siempre existe un margen de mejora.

5. Las expectativas sobre lo que puede o no puede hacer la gente se convierten demasiado a menudo en profecías autocumplidas. No es fácil cambiar las expectativas, pero tampoco es imposible, y lo que es más importante, el rol de las expectativas implica que el éxito, a menudo, se retroalimenta, generando círculos virtuosos.

        Se trata en fin, de mirar a la pobreza más de cerca, de realizar una comprensión paciente de esta realidad para identificar las trampas de pobreza, teniendo siempre presente la esperanzadora conclusión de que los cambios pequeños pueden tener efectos grandes. “Podemos dejar de fingir que hay alguna solución sencilla y, en su lugar, podemos unir nuestras manos a las de millones de personas bienintencionadas de todo el mundo en la búsqueda de muchas ideas, grandes y pequeñas, que algún día nos llevarán a ese mundo en el que nadie tenga que vivir con 99 centavos al día”.


lunes, 11 de julio de 2022

MISIÓN ECONOMÍA

En su libro “Misión economía. Una guía para cambiar el capitalismo”, la economista Mariana Mazzucato toma como ejemplo la movilización que supuso el proyecto espacial de la Misión Apolo, para plantear la posibilidad de aplicar este modo de gestión de proyectos a los problemas de nuestro tiempo, con la misma imaginación, espíritu, audacia y medios que consiguieron llevar al hombre a la luna.


        Desde luego, el planteamiento es muy inspirador al tiempo que desafiante. La autora plantea la tesis de que las respuestas a los problemas de la humanidad, dependen más de nuestra capacidad para la organización de la economía acorde con los fines que nos propongamos, que de la cantidad de dinero que pongamos en ello.

      Se trataría de dotar al Estado de la competencia necesaria para actuar, teniendo en cuenta los resultados que puede provocar nuestra acción pública, incluidos los resultados indirectos y los diferentes impactos en el conjunto de la economía. Una acción orientada por misiones requiere la colaboración con el sector privado, planteando objetivos compartidos ambiciosos, inspiradores, catalizadores de la innovación, siendo capaces de imaginar un futuro mejor y organizando las inversiones públicas y privadas para lograrlo.

     La creación de valor público supone una acción en el conjunto de la economía que se mueve en la predistribución ex ante, complementaria de la función redistributiva del Estado como parte de la política económica. Es posible reimaginar la economía y el futuro de nuestras sociedades, con proyectos orientados al crecimiento inclusivo y sostenible, que generen riqueza bien distribuida en el conjunto de la sociedad. Para ello es preciso abrir la acción política a la participación, para sumar esfuerzos y multiplicar resultados, empezando por la esperanzadora iniciativa de repensar el futuro juntos.

     Para esta transformación de las políticas económicas son precisos gobiernos dotados de competencias dinámicas consistentes en la capacidad de definición de rutas y direcciones estratégicas de la acción pública, organizaciones eficientes orientadas a conseguir resultados, evaluación permanente durante todos los procesos desde el diseño hasta la ejecución final de los proyectos, así como la audacia de compartir riesgos y recompensas con el sector privado a lo largo del camino.

    En definitiva, una lectura muy recomendable que anima a plantearnos un nuevo énfasis en la experiencia y en el espacio público como un espacio en el que sentirse seguro aun estando en desacuerdo, imaginando juntos otro mundo y estando dispuestos a luchar por él.

jueves, 7 de julio de 2022

SALUD MENTAL: ¿OTRO MODELO ES POSIBLE?

Esta semana he podido participar como alumno en el curso de verano organizado por la Universidad de Málaga con el sugerente título de “Salud mental: ¿otro modelo es posible?”, que se ha celebrado en la sede de la Fundación María Zambrano en el municipio de Vélez-Málaga.


     Ha sido una experiencia muy interesante, tanto por la calidad de los ponentes que han impartido la formación, como por las cuestiones puestas sobre las mesas de debate, en las que se ha podido dialogar desde diferentes puntos de vista sobre las políticas sanitarias y sociales de atención a las personas que atraviesan situaciones que afectan a su salud mental. Una aportación significativa al proceso de formación continua de los profesionales que trabajamos en la red de servicios sociales de Andalucía.

      La participación de personas que han vivido en primera persona su paso por los servicios sanitarios públicos de salud mental, ha aportado a cada una de las sesiones un elemento empático que sin lugar a dudas ha resultado enriquecedor, tanto para aportar al conocimiento el punto de vista de los usuarios de las políticas públicas, como para transformar la visión de los profesionales y poder darnos cuenta de que tratamos con vidas humanas, con sus contextos sociales y familiares, con su historia de vida.

       Sin lugar a dudas, estos formatos interdisciplinares tienen la virtud de poner sobre la mesa la necesidad de reformas de los sistemas de atención, así como la importancia de coordinar todos los recursos disponibles para multiplicar el impacto de las políticas públicas de atención a las personas que atraviesan situaciones que afectan a su salud mental.

   Se han abordado aspectos psiquiátricos, jurídicos, institucionales y organizativos, de gran relevancia. En definitiva, una experiencia muy recomendable, por la que quiero felicitar a la Fundación General de la Universidad de Málaga en la persona de los codirectores del curso, José Miguel Pena Andreu y Carmen Sibajas Rico. Os animo a participar en la programación formativa de la UMA para este verano que acaba de comenzar.

        En este enlace podéis ver el contenido de la programación del curso y los ponentes que han participado:

Salud mental: ¿otro modelo es posible?