miércoles, 9 de agosto de 2023

MARTIN RAVALLION Y EL ESTUDIO DE LA ECONOMÍA DE LA POBREZA

En su libro "The Economics of Poverty" el economista Martin Ravallion aborda cómo los modelos para explicar la pobreza han cambiado, poniendo el acento no tanto en los comportamientos erróneos de las personas que viven en ella, como en los factores de contexto económico, social y político que imponen limitaciones que les impiden salir de su trampa.


        Estamos observando como la distribución de los ingresos está evolucionando de manera muy desigual. La globalización de la economía ha traído como consecuencia que mientras desciende en el mundo la pobreza extrema, aumenta la pobreza relativa en las economías de los países más ricos. Los costes sociales de los ajustes que requieren las economías en crecimiento pueden ser altos y los beneficios que producen a menudo se distribuyen muy desigualmente. Los avances tecnológicos pueden crear más pobreza dejando a gente fuera del mercado de trabajo si no se toman las decisiones adecuadas. Las políticas contra la pobreza pueden jugar un rol positivo para proteger a las personas de los shocks económicos y climáticos, permitiendo procesos de transición justos.

        El gran cambio en el pensamiento sobre las políticas públicas en los últimos dos siglos ha sido el surgimiento de las políticas promocionales, enfocadas al desarrollo de las capacidades de las personas. La evidencia muestra la eficacia de las iniciativas de promoción del desarrollo humano en la lucha contra la pobreza en el largo plazo. La expansión de la educación, viene al paso de la creciente demanda de habilidades que requieren las tendencias del crecimiento económico, para que éste pueda ser más equitativo.

        El conocimiento juega un rol determinante en el camino hacia la erradicación de la pobreza. El análisis de datos, la influencia de investigaciones rigurosas elaboradas por centros de estudios y la evaluación de las experiencias en la implementación de políticas públicas nos ilustran sobre su eficacia y su impacto. La historia nos enseña que el avance en el conocimiento multidimensional del fenómeno y el aumento de la conciencia pública sobre el problema, pueden inclinar la balanza de las fuerzas políticas para fomentar reformas favorables a los pobres.

        El fenómeno de la pobreza tiene múltiples aristas y su conocimiento requiere abarcar otras dimensiones ajenas a los ingresos. Encuestas especializadas en la demografía y los factores de salud, por ejemplo, proporcionan información útil sobre los factores no relacionados con las rentas. Por otra parte, los ensayos aleatorios controlados son sólo una de las herramientas necesarias para seguir avanzando. Conocer en profundidad la realidad de la pobreza para ilustrar las políticas antipobreza requiere un enfoque más coordinado y holístico, para poder identificar y responder a las lagunas de conocimiento que nos apremian.

        Es una ingenuidad presuponer que el desarrollo económico supondrá automáticamente un nuevo ritmo de progreso contra la pobreza. Eso requerirá de buenas políticas hechas a medida y de buena suerte, sostiene Ravallion. El aumento de la desigualdad en nuestras ricas economías nos muestra como el crecimiento económico es un tren que suele pasar de largo para las personas pobres. Barreras en el acceso a escuelas de calidad o los cuidados de la salud profundizan en la brecha, que sólo puede cerrarse mediante políticas públicas que mejoren la calidad de los servicios para responder adecuadamente a sus necesidades. Los fallos de mercado son implacables con ellos y el Estado debe corregir sus inequidades.

        Concluye sosteniendo que "los mayores desafíos por delante son asegurar la voluntad política y las capacidades administrativas para implementar y hacer cumplir políticas sólidas contra la pobreza, y adaptarlas a las diferentes circunstancias y al conocimiento en evolución sobre su eficacia."

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